miércoles, 22 de abril de 2015

MIZUNO WAVE SAYONARA.- EL ROCE HIZO EL CARIÑO



La MIZUNO WAVE SAYONARA fue el icono de la nueva imagen y modernización de la marca japonesa, la revolución del mundo running Mizuno que empezó allá por el año 2013. Es el modelo(el primero) que representa y une la evolución de la tradición de Mizuno junto con el nacimiento de las nuevas tecnologías de la firma. En especial, fue la primera zapatilla de Mizuno que sustituyó el compuesto de la media suela AP o AP+ estrenando el polímero U4iC que se trata de un material con un tacto medio-duro, pero más agradable (blando) que el AP anterior, con una excelente respuesta pero con un peso bastante inferior (en teoría un 30% más ligero). Ojo, cuando me refiero a tacto duro (hablando en general) no estoy diciendo que la amortiguación sea inferior o peor a cuando digo que una zapa tiene un tacto blando o agradable, simplemente menciono la característica, la sensación, de ese tipo de amortiguación, el tacto que tiene, pero perfectamente una zapatilla con tacto duro puede ser más amortiguada a otra con tacto blando. Dicho esto y resumiendo, este nueva mediasuela U4iC lo que ha hecho de la Sayonara es que sea una zapatilla muy ligera con una muy buena amortiguación y manteniendo la excelente respuesta característica de Mizuno pero con un tacto más agradable.

Mizuno Wave Sayonara
La Mizuno Wave Sayonara se engloba dentro del segmento de mercado de las zapatillas mixtas neutras, y es tan completa que sustituye con garantía(pese a las lógicas dudas iniciales) a dos modelos icono de Mizuno, las Precision (mítica zapa neutra mixta y/o de entrenamiento ligero) y las Elixir (la versión pronadora de las Precision aunque con matices). Y si dije que las Sayonara es neutra...¿Cómo puede sustituir a una zapatilla pronadora como la Elixir? Pues esto es gracias a su grandísima estabilidad conseguida uniendo un chasis fuerte, una base ancha y un centro de gravedad bajo pese que tiene un drop de 10mm al igual por ejemplo que la Nike Air Zoom Pegasus 31, pero que en cuanto te las calzas te da la sensación que llevas puestas unas zapas de perfil bajo. Todo esto unido a la forma geométrica de la suela(tiene cerrada la cara interna) y al mítico Wave de Mizuno, convierten a las Sayonara en la zapatilla más estable que he llevado hasta la fecha (mucho más que otros modelos de pronador) y totalmente apta para corredores con pronación leve (que no sea muy acentuada).


Actualmente se encuentra ya en el mercado desde hace unos meses la Mizuno Wave Sayonara 2, pero que es básicamente la misma zapa que la 1 que es de la que estoy hablando, en concreto la suela y mediasuela son iguales, y han modificado ligeramente el upper con un nuevo mesh algo más transpirable y flexible, y unas nuevas cintas de sujeción interna Dynamotion Fit, que mejoran la adaptación de la zapatilla al pie.


En lo que se refiere a mi experiencia personal, al ponérmelas lo primero que me llamó la atención es que da la sensación de llevar puestas unas zapas de perfil bajo, mucho más de lo que a simple vista parece y de lo que su drop de 10mm indica. Me daban la sensación que llevaba una mixta tirando a cañera de competición (que pienso que es lo que son) más que una mixta multiusos de entrenamiento ligero (que también lo son). Luego, es una zapa muy confortable con una horma ancha en la zona media/delantera , pero que a la vez sujeta y se adapta muy bien al pie en la zona media y del talón(y todo esto en teoría lo han mejorado en la versión 2). En definitiva, es una zapa comodísima que no te enteras que la llevas puesta. 
 
 
Luego me puse a correr y ….uffff corriendo…pese a que ya había tenido otros modelos de Mizuno y sabía del tacto firme y reactivo característico de la amortiguación de esta marca, las sensaciones no fueron nada buenas, aunque sin llegar a ser malas. No sé si fue precisamente ese tacto firme(durete) acostumbrado últimamente al Boost de Adidas o al tacto blando de Nike (que son más de mis gustos) unido a que no fue “un buen día” en lo que al entrenamiento se refiere, que aunque tenía unas ganas enormes por estrenar esta nueva hornada de tecnología mizunera, terminé bastante desilusionado con un chasco importante. Sin ser dramático, realmente el entrenamiento no fue mal(recuerdo que fue 10x1.000 rec1’ sobre 3:45 es a lo que lo tenía y a lo que lo hice), pero las sensaciones con las Sayonara fueron raras, notaba una zapatilla dura en cuanto al tacto, porque la zapa flexa muy bien en el momento del impulso de la zancada, pero no sentía nada esa reactividad que me hiciera ir rápido y diera veracidad a esa primera sensación de que estaba ante unas mixtas muy veloces si las piernas acompañaban(y por aquel entonces si lo hacían). Eso sí, daba fé de su excelente estabilidad corriendo hasta por caminos de tierra algo irregulares y en momentos en los que ya voy “cascado” que es cuando yo tiendo a pronar ligeramente, con lo que sí que la veo perfectamente apta para corredores con un grado de pronación no muy elevado.
 

Les dí continuación en entrenamientos todos ellos de calidad, series de 500 hacia arriba y ritmos vivos progresivos, y las sensaciones continuaban siendo “reguleras”, es decir, una zapa comodísima que se me acoplaba a mi pie perfectamente pero que cuando quería meterme caña notaba como que no me acompañaban, no me “ayudaban” en esos ritmos rápidos. Había días que parecía que la sintonía con ellas mejoraban, no sé si serían las ganas que tenía que me gustaran por las maravillas que hablaba todo el mundo de ellas y los magníficos análisis que leía, además que estéticamente me encantan (su diseño sin lugar a dudas ha sido un gran acierto, opino que es una de las zapas más chulas que hay en el mercado). Llegó un punto, que debido a ese “ni fu ni fa”, empezaron a salir de mi rotación habitual, y cada vez me las ponía con un intervalo de tiempo mayor entre cada uso.

Pero hubo un momento, quizás pasé ese tiempo de adaptación a la zapa, que en algunos casos me ha ocurrido y más ante este modelo con características de amortiguación diferentes a mis gustos, que no sé si fue la casualidad o causalidad que con las Sayonara enlacé unos cuantos entrenamientos de ritmos vivos progresivos y series largas preparando el Maratón de Valencia 2014 con tiempos y sensaciones muy buenos, incluyendo la pasada Volta Peu Es Posible(sobre 6 km) en la que diluviaba, siendo una de mis últimas mejores carreras del Circuito de Carreras Populares de Valencia.

Esa dureza del principio en el tacto se ha convertido en firmeza agradable y respuesta de la amortiguación de la zapa, y ahora sí notando que me acompaña y ayuda en todos los ritmos cañeros que yo le puedo dar a mis piernas. Tanto es así, que se ha convertido en una de las zapatillas fijas en mi rotación semanal, que me la pongo habitualmente los días de series largas o ritmos vivos que acabo dándolo todo.
 
Lo que sí he de afirmar es que desde el primer día, sea el terreno que sea( pista atletismo, asfalto, caminos de tierra en buen o mal estado) y las condiciones climatológicas que sean (suelo seco, ligeramente húmedo o lluvia fuerte), el agarre de las Sayonara es tremendo! De lo mejor que he probado.
 
Como información extra, mencionar que como parte de esa modernización y relanzamiento de Mizuno, fichó a una de las figuras mundiales del Triatlón, Javier Gómez Noya, como principal icono e imagen de la marca, siendo las Sayonara una de las zapas habituales de sus entrenamientos de carrera a pie.

Usuario ideal: corredores neutros o pronadores leves con peso inferior a 75 kg cuyo ritmo se mueva entre 3:40 y 4:15 para meterle todos los kilómetros que se quiera, por ello es una zapa ideal para la distancia mítica de maratón, ya que es una mixta “hiperestable” que agarra de lujo con la que se puede correr muy rápido pero que aunque tiene ese tacto firme, posee una buena amortiguación que protege bien las piernas con el paso de los kilómetros. Cuidado, no la veo para mi como zapatilla habitual de entrenamiento (salvo para unos pocos elegidos), sino para alternar con otras zapatillas “más trotonas”(de rodaje), reservando las Sayonara los días en que le vas a meter caña al cuerpo.
En cuanto a los ritmos, se puede correr más rápido de 3:40 sin problema (que ya me he dado cuenta que la zapa acompaña y mucho), y por arriba se puede estirar hasta 4:30 que no castiga por ello.
A mayor peso del corredor reduciría su uso para entrenamientos de calidad y series de menor distancia, y lo mismo para las competiciones (media maratón, 10k, etc…).
 
 
Para finalizar, solo puedo decir una cosa: SAYONARA BABY!
 
CARACTERÍSTICAS:
  • Tecnología Wave. La mediasuela wave disipa las fuerzas de impaco para hacer que la pisada sea más amortiguada y suave.
  • Suela G3. Una nueva estructura de suela exterior, que potencia la tracción donde es más necesaria, aportando a la vez ligereza a la zapatilla.
  • U4ic. Nuevo material amortiguador para la mediasuela. El U4IC tiene las mismas propiedades amortiguadoras que el AP+, pero es mucho más ligero. La carrera resulta más liviana.
  • Airmesh. Este material especial utilizado en las mallas del corte mantiene un alto nivel de transpirabilidad a lo largo de toda la vida de la zapatilla, ayudando a que el pie se mantenga fresco y ventilado.
  • X10. El x-10 representa el compuesto de caucho sólido más duradero de Mizuno y al situarse en las zonas del pie que más impactan sobre el suelo contribuye a prolongar la vida de la zapatilla, así como a mejorar la tracción.

3 comentarios:

  1. ante este grandioso post, Amazing!

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  2. esperamos ansiosos el próximo post a ver con que nos sorprendes, si es posible que el modelo este aun en el mercado, un saludo

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  3. Me has convencido Carlos! Mi próxima adquisición sin duda.

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